El Metaverso llegó para revolucionar internet

En la historia humana el cambio ha sido una constante. Sin ir más lejos, hace treinta años el pensar en tener la biblioteca más grande de la humanidad en la palma de la mano nos parecía algo sacado de la ciencia ficción. Incluso Internet, que desde su misma creación se enfrentó al escepticismo de la TV, hoy se ha convertido en una necesidad que día a día adquiere un estatus de derecho fundamental. En este momento de la historia, el metaverso es esa nueva puerta que la humanidad apenas está franqueando, y sus posibilidades son tan infinitas como la mente humana.

 

Empecemos por el principio: el metaverso es una realidad alternativa, no es una fantasía. “Es un espacio virtual abierto y colectivo, creado al hacer converger la realidad física, mejorada virtualmente, y la realidad digital. Posee permanencia física y proporciona experiencias inmersivas amplificadas” (Gartner). Sin abandonar nuestra habitación, la sala de juntas o el asiento trasero de un auto nos ubica en espacios diferentes al que estamos y, una vez allí, nos permite interactuar en un entorno seguro y mucho más inmersivo que la realidad virtual, por el simple hecho de que no se queda en la virtualidad, sino que la integra a lo real, bien sea por experiencias de realidad aumentada, sensores de movimiento y demás gadgets que logran captar y articular lo mejor de ambos mundos.

 

Como asegura Roberto Fuentes, director de atSistemas, «el metaverso representa una nueva dimensión a la hora de percibir el mundo y una gran oportunidad para todo tipo de empresas para desarrollar nuevos modelos de negocio». De esta manera, sabemos que nos estamos adentrando a un nuevo universo de posibilidades al descubrir que es «una realidad paralela sin limitaciones físicas, sin horarios, sin distancias», según asevera Alberto Marcos, business development manager de Zero Latency en Europa.

 

En la actualidad podemos acceder a plataformas de pago, a páginas, a streamings, pero con el multiverso haremos presencia en esta realidad alterna, nos internaremos en este mundo paralelo diseñado a nuestra medida y gusto. Aunque esto no es algo nuevo, los juegos de video fueron el gran punto de partida para la creación de metaversos y actualmente congregan a millones de personas. Esta idea atrae cada vez más la atención de varias marcas y empresas que, desde los noventa, ya había empezado a dar sus primeros esbozos sin mucho éxito, pero sí con muchas enseñanzas. Hoy por hoy, Facebook, ahora Meta, Microsoft, Adobe, Nvidia y muchas otras le están apostando mucho a esta dimensión y sus múltiples aplicaciones.

 

Esta nueva dimensión de los modelos de comunicación ya está transformando la visión y los modelos de negocio en varios frentes. Los creadores de contenido en redes sociales, por ejemplo, podrán conectarse con sus seguidores y clientes sin intermediarios. Labor que las grandes compañías, llámese Facebook, Meta, YouTube o cualquier otro, ejercían en la economía de plataforma pagando una suma menor por el contenido que los creadores y las marcas proporcionaban. Con el metaverso, el contenido y su blockchain integrado va a generar un royalty por consumo automático sin pagar intermediación alguna; además, la marca será el proveedor de ese espacio virtual inmersivo de interacción entre sus compradores y sus productos o servicios, y esto por donde lo miremos es un gran cambio frente a todo lo que estábamos acostumbrados en nuestra forma de pensar y hacer negocios a través de la red.

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