Los asistentes virtuales han sido una tendencia en los últimos años. Asistente? Y también “virtual”? Ahora esta profesión se ha vuelto popular en diversas líneas de empleo debido a sus horarios y buenas condiciones laborales. La verdad es que la presencia de Internet y la posibilidad de comunicarse e interactuar a largas distancias ha permitido la aparición de nuevas profesiones y tecnologías.
Entre ellas, podemos ver trabajos y otras formas de generar ingresos que no existían en la época de nuestros padres.
Pero, bueno, qué es un asistente virtual? Simplemente es una persona encargada de proporcionar apoyo a empresarios o emprendedores, desde la organización de tareas hasta aspectos tecnológicos.
Digamos que es un asistente de toda la vida, pero con la pequeña peculiaridad de que realiza su trabajo a distancia, a través de Internet, utilizando herramientas como: correo electrónico, plataformas de trabajo en equipo, aplicaciones especializadas que permiten desempeñar sus funciones sin necesidad de asistir físicamente al lugar de trabajo de la empresa.
Su importancia radica en que pueden ayudarnos a completar esas tareas que parecen ser bastante simples, pero que en conjunto terminan quitándonos mucho tiempo en nuestro día. Y si estás solo, no importa cuánto trabajes, cuántas noches sin dormir pases o cuántas vacaciones y festividades te pierdas, siempre habrá tareas por hacer.
Aquí es donde entra en juego un asistente virtual.
Te ayudará a encargarte de esas tareas sencillas que consumen mucho tiempo pero que son igual de necesarias para asegurar que la empresa o negocio opere regularmente, mientras tú puedes enfocarte en otras tareas.
Algo a tener en cuenta es que esta función generalmente puede variar dependiendo de la industria en la que busques un asistente virtual; de igual manera, los más comunes requieren conocimientos en marketing, diseño gráfico, temas legales o branding.
Pero, qué pasa cuando reemplazamos a una persona por tecnología?
Vemos que, a pesar de ser un papel tan importante, ha evolucionado a lo largo de los años y en algunas situaciones ha pasado de ser una persona real a un agente de software que ayuda a los usuarios de sistemas informáticos, automatizando y realizando tareas con mínima interacción humana-máquina. La interacción que se da entre un asistente virtual y una persona debe ser natural: Una persona se comunica usando su voz y el asistente virtual procesa, interpreta y responde de la misma manera.
Un asistente virtual inteligente es un agente de tipo software que puede realizar tareas o ofrecer servicios a un individuo. Estas tareas o servicios se basan en los datos de entrada del usuario, el reconocimiento de ubicación y la capacidad de acceder a información de diversos recursos en línea: Clima, tráfico, noticias, precios de acciones, agenda del usuario, precios de venta al por menor, etc.
Uno de los aspectos clave de un asistente personal inteligente es su capacidad para organizar y mantener información. Esto incluye la gestión de correos electrónicos, eventos en el calendario, archivos, etc.
Además, los asistentes digitales virtuales (VDA, por sus siglas en inglés) son uno de los segmentos de inteligencia artificial con mayor proyección de crecimiento a corto y medio plazo. A nivel global, el volumen de mercado alcanzó los 5,216 millones de dólares en 2018 y se multiplicó por tres en 2021.
El progreso en los últimos años en el procesamiento de lenguaje natural, interfaces conversacionales, automatización, y procesos de machine learning y deep learning ha permitido que los asistentes virtuales se vuelvan cada vez más inteligentes y útiles. Algunos ejemplos de asistentes personales son Siri de Apple (el primer asistente virtual del mundo), Braina, Google Assistant y muchos más!
Y qué pasa con la IA? La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado el desarrollo de los asistentes virtuales, transformándolos de simples programas de respuesta en herramientas inteligentes capaces de comprender y procesar el lenguaje natural, aprender de las interacciones y realizar tareas complejas. Una de las principales contribuciones de la IA a los asistentes virtuales es el procesamiento de lenguaje natural (NLP), una tecnología que permite a los asistentes interpretar y responder a las consultas de los usuarios de manera más humana y precisa. A través de técnicas avanzadas de NLP, los asistentes virtuales pueden entender el contexto de las conversaciones, reconocer intenciones y sentimientos, y proporcionar respuestas relevantes y personalizadas. Esto mejora significativamente la experiencia del usuario, haciéndola más fluida y eficiente.
Además, la IA permite que los asistentes virtuales aprendan y mejoren con el tiempo mediante algoritmos de aprendizaje automático. Estos algoritmos analizan grandes volúmenes de datos de interacciones previas para identificar patrones y optimizar las respuestas futuras. Por ejemplo, a medida que los usuarios interactúan con el asistente, este puede ajustar sus respuestas en función de las preferencias y comportamientos individuales, brindando un servicio más personalizado y proactivo. Este aprendizaje continuo, combinado con la capacidad de integrarse con otras tecnologías y plataformas, hace que los asistentes virtuales sean cada vez más valiosos para tareas como la gestión del tiempo, el servicio al cliente y la automatización de procesos empresariales. Esto contribuye significativamente a la eficiencia y productividad tanto en entornos personales como profesionales.
En el mundo acelerado de hoy, el valor de tener un asistente virtual, ya sea una persona real, una maravilla tecnológica como Siri, o una herramienta avanzada impulsada por IA, no puede subestimarse. Una persona real aporta un toque personal y una comprensión matizada de las tareas, proporcionando la empatía y la intuición que solo la interacción humana puede ofrecer. Por otro lado, los asistentes tecnológicos como Siri están siempre disponibles, ofreciendo conveniencia y respuestas rápidas a consultas básicas, agilizando las actividades cotidianas. Los asistentes virtuales impulsados por IA combinan lo mejor de ambos mundos, ofreciendo interacciones inteligentes, conscientes del contexto, y mejorando continuamente en función del comportamiento del usuario.
Cada tipo de asistente desempeña un papel crucial en la mejora de la productividad y la eficiencia. Los asistentes humanos destacan en tareas complejas y sensibles que requieren inteligencia emocional, mientras que los asistentes tecnológicos manejan tareas rutinarias con rapidez. Los asistentes de IA proporcionan una experiencia dinámica y personalizada, aprendiendo y adaptándose a las necesidades individuales, ofreciendo así un apoyo inigualable.
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